La famosa revista Forbes acaba de publicar su lista de los más ricos del mundo y este año el ranking ha sido más que sorprendente. La pandemia del Coronavirus ha sido un impulso para que un número récord de multimillonarios incrementen su fortuna, mientras que muchos otros han ingresado por primera vez en la nómina, lo que demuestra que la crisis siempre representa una gran oportunidad para los que saben sacarle provecho.
Pese a la emergencia sanitaria mundial, la fortuna de los más adinerados se incrementó en cinco billones de dólares y el número de nuevos multimillonarios, es decir, personas que acumularon más de mil millones de dólares en sus cajas bancarias, registró una explosión, con una cantidad sin precedentes: 2.755 en total, seiscientos más que el año anterior. Según Forbes, la fortuna acumulada de estos empresarios, innovadores y celebridades, representa algo más de 13 billones de dólares y de acuerdo al relevamiento realizado, el 86 por ciento de ellos mejoró su estatus financiero en medio de la crisis provocada por el Covid-19.
Por otro lado, los organismos internacionales, los gobiernos y las oenegés que miden el impacto social de la pandemia, no dejan de mostrar las enormes secuelas que ha dejado el virus en millones de ciudadanos de todo el mundo que han ingresado en el duro terreno de la pobreza y el desempleo durante el último año.
Se trata de un mismo fenómeno, una misma realidad, pero que deja consecuencias muy distintas en los dos extremos de la sociedad, una evidencia que debería servir para cuestionar los paradigmas tradicionales que se manejan a la hora evaluar las razones que llevan a unos a ganar y a otros a perder.
Por lo general, se maneja el prejuicio de que, si existen pobres, es porque los ricos acaparan todo y dejan a los demás sin nada, que todo es culpa de la explotación de los más débiles, de la usura de algunos, de la avaricia y del individualismo. Sin embargo, al ver la lista de Forbes, es posible notar que la gran mayoría de los multimillonarios no pertenece a ninguna de las industrias tradicionales, que hoy están al borde de la quiebra, haciendo recortes de personal y reduciéndose a la mínima expresión. Casi todos son emprendedores, personas que se hicieron de la nada, individuos que se forjaron solos, que aprovecharon el conocimiento, la tecnología y la educación para levantar sus fortunas.
Los estados, los intelectuales y los especialistas en pobreza, que constantemente buscan razones para explicar por qué se multiplican los hambrientos, deberían volcar la página y concentrarse en aquellos que triunfan en todos los rincones del mundo y ver qué factores les permitieron multiplicar su riqueza. Se darán cuenta que están equivocados al considerar que la solución está en desvalijar a unos para repartirle a las masas. Hoy todos estamos en graves apuros, menos los que tuvieron la mentalidad, la audacia y la habilidad para saltar los obstáculos. En ellos está la fórmula, aprendamos.
Están equivocados los que consideran que la solución a la pobreza está en desvalijar a unos para repartirle a las masas. Hoy todos estamos en graves apuros, menos los que tuvieron la mentalidad, la audacia y la habilidad para saltar los obstáculos. En ellos está la fórmula, aprendamos.