La Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), creada en noviembre de 2007, por el expresidente Hugo Chávez de Venezuela, languidece sin perspectivas de vida, en un escenario sociopolítico complejo de la región. El organismo multilateral concebido como un gran proyecto de integración regional y progresista, según los analistas políticos Renzo Abruzezze, Carlos Cordero y Rafael Puente, hoy no es más que la fachada del fracaso de la izquierda latinoamericana y en este caso de gobiernos progresistas de Sudamérica.
El reciente anuncio de Ecuador de salirse de Unasur y reclamar la propiedad de su sede principal en Quito, según expertos, es el extremo de la crisis de Unasur que hoy solo languidece con el apoyo del gobierno de Bolivia y otros países de menor jerarquía.
En 2018, después de que Bolivia asumió la presidencia pro témpore del bloque, seis países (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Perú y Paraguay) suspendieron su participación. Luego, Colombia formalizó su salida y, hace pocos días, Ecuador anunció que haría lo mismo.
Puente señala que si bien Unasur nació en la fortaleza de los gobiernos de izquierda a la cabeza de Chávez, hoy esos gobiernos han perdido fuerza, iniciativa y credibilidad, por lo que expresan el fracaso en la región de la izquierda. "Lamentablemente hay que reconocer que Unasur sintetiza el fracaso de la izquierda que no supo articular el mecanismo de integración", precisó.
Fallas desde la concepción. Cordero y Abruzezze coinciden que Unasur fracasó desde la raíz de su concepción. El organismo más que un mecanismo de integración fue un ente de protesta antiimperialista, con alta posición ideológica y excluyente de la empatía global. "Yo creo que la mayor debilidad no obedecía a una necesidad estructural de las condiciones económicas de integración regional. Solo era un proyecto ideológico que llevó al fracaso", precisa el sociólogo Abruzezze.
Cordero apunta directamente a la equivocada idea del expresidente Hugo Chávez. "El expresidente de Venezuela engendró en el resto de los miembros la equivocada idea antiimperialista. Y esa postura prevaleció años después de su muerte. Hoy condenaron a la extinción, utilizando los mismos argumentos e instrumentos políticos", acotó.
Gobierno. El Canciller boliviano sostuvo que Unasur aún tiene miembros plenamente activos, y que en esa condición el organismo seguirá existiendo, aunque por ahora no puede hacer reuniones. "En este momento no existen las condiciones necesarias para avanzar en el tema de realizar reuniones ministeriales, una cumbre de presidentes. Es cierto, hay dificultades, pero también depende de la voluntad política que tengan todos los países miembros", indicó.