El cocalero cada vez disimula menos su rol de titiritero en el gobierno de Luis Arce. Él es el que coordina con los alcaldes electos, promete obras para los municipios, decide quién recibe vacunas y obviamente, él es el que ordena la detención de los odiados “pititas”, que tanto pavor le causan. Recientemente, en un evento realizado en San Julián, dijo que el Gobierno debe aprobar el pago del doble aguinaldo para la gestión 2021, pues según el Fondo Monetario Internacional, el crecimiento de Bolivia superará el 5,5 por ciento. Con esta propuesta, el cocalero tampoco deja dudas sobre sus intenciones. De hacerse realidad su idea, no cabe duda que la crisis económica podría tocar fondo, se multiplicarán las quiebras y el desempleo podría descontrolarse. ¿Querrá Evo Morales hacerse cargo de las consecuencias o, esta vez le pasará el fardo a su obediente pupilo?