Editorial

Propagandas y realidad


Propagandas y realidad

La Alemania nazi contó con el aparato de propaganda más sofisticado y eficiente que se haya creado en la historia. Eso le permitió a Hitler llegar hasta donde nunca hubiera imaginado en su desquiciado afán de dominar el mundo. Su error fue confiarse demasiado en el arma de la comunicación, creer en sus propias mentiras y pensar que lavándoles el cerebro a los alemanes y hacer creer a todos que su ejército era invencible, ue podía darse el lujo de cometer errores infantiles, imponer sus caprichos y subestimar a las potencias que terminaron destruyendo su poderío.

Arce no deja de repetir que vamos bien, que todo marcha perfecto, que el modelo funciona maravillosamente. Inunda la televisión con propaganda exitista; las redes sociales están llenas de anuncios triunfalistas y por lo que se ha conocido últimamente, el estratosférico presupuesto de comunicación no le alcanza y tampoco es suficiente con las actividades que desarrollan el viceministerio de propagada, la televisión estatal y toda la inmensa red de medios de comunicación oficiales.

El Ministerio de la Presidencia ha sido descubierto pagando miles de cuentas falsas en las redes sociales destinadas a desinformar a la población, confundir, manipular la opinión pública y desprestigiar a todos aquellos que lanzan críticas hacia gestión económica del gobierno, el punto de mayor preocupación en este momento. Esta actividad se desarrolla de forma paralela a la labor de los denominados “guerreros digitales” un costoso escuadrón que fue creado en tiempos del cocalero Morales, quien odiaba con toda su alma a las redes sociales y los órganos de prensa independientes y que constantemente buscaba la manera de contrarrestarlos.

No vamos a rasgarnos las vestiduras por el uso que hace el gobierno de la comunicación, un arma indispensable de la política actual, mucho más cuando se trata de un régimen autoritario, populista y encima, socialista, los que mejor utilizan toda la herencia que dejó Hitler en este campo.

El problema es que están repitiendo los errores del maestro, al extremo de que en medio de una crisis financiera evidente, con déficit fiscal creciente, caída de los ingresos y un derrumbe de las las reservas internacionales, nuestro führer insiste en seguir derrochando a manos llenas, incrementando el gasto público, manteniendo religiosamente los inmensos elefantes blancos y todavía se atreve a decir que está ganando la guerra y que está conquistando el mundo, con esa cantaleta de que Bolivia es la segunda mejor economía del planeta.

No hay duda que Arce ha llegado demasiado lejos de la mano de una política económica calcada de países que hoy están en la bancarrota. Hasta el momento ha podido retrucar muy bien a todos aquellos que ven cómo la situación comenzó a deteriorarse aceleradamente hace nueve años y que sigue manteniendo indicadores que permiten alimentar la engañosa propaganda oficial. El gobierno no tiene dudas que todo lo que dicen sus anuncios y discursos son ciertos y que superan a la realidad. Dios quiera que todos los demás estén equivocados.

No hay duda que Arce ha llegado demasiado lejos de la mano de una política económica calcada de países que hoy están en la bancarrota. Hasta el momento ha podido retrucar muy bien a todos aquellos que ven cómo la situación comenzó a deteriorarse aceleradamente hace nueve años y que sigue manteniendo indicadores que permiten alimentar la engañosa propaganda oficial. El gobierno no tiene dudas que todo lo que dicen sus anuncios y discursos son ciertos y que superan a la realidad. Dios quiera que todos los demás estén equivocados.