Casi todos los que están atentos a la conducta de la pandemia, coinciden en que Bolivia también sufrirá un rebrote del Covid-19, que posiblemente sea tanto o más intenso que la primera ola, que azotó con mucha fuerza entre marzo y septiembre de este año.
En lo que no se ponen de acuerdo es en la fecha en la que podría darse. Mientras que los médicos y algunos expertos que estuvieron siguiendo de cerca el fenómeno epidemiológico afirman que los casos podrían volver a aumentar en diciembre, el ministro de Salud, Edgar Pozo calcula que entre mayo y junio de 2021 podría registrarse un nuevo pico de contagios.
Victor Hugo Núñez del Prado, quien tuvo un papel protagónico en la lucha contra el virus a través de la organización de voluntarios “Ángeles Contra el COVID”, asegura que los casos han bajado a partir de septiembre gracias a la “inmunidad de rebaño” que actuó en la población, pero cree que los anticuerpos sólo tienen una permanencia de tres meses, por lo que considera que en diciembre tendremos más enfermos y más muertes por esta enfermedad.
El ministro no tiene argumentos concretos para hacer sus pronósticos, aunque es posible que sus previsiones estén cargadas de un cálculo político, cuyo objetivo es no alarmar a la población y sobre todo, no agitar las aguas en la opinión pública, que comenzará a demandar medidas preventivas, un plan hospitalario sólido y obviamente, la agilidad necesaria para enfrentar la emergencia. Veremos si son capaces de superar los errores cometidos, ahora que no tendrán quién boicotee la lucha contra el Covid-19 y que no habrá bloqueadores de caminos que impidan el paso de los camiones con oxígeno.
El hecho es que el rebrote ya está azotando con fuerza en Europa, especialmente en Italia y en España y de producirse el mismo ciclo de este año, es muy probable que dentro de un mes o dos volvamos a estar con los hospitales llenos y los servicios de emergencia al tope.
¿Qué es lo que no debe volver a pasar si es que el Covid-19 regresa con fuerza? En primer lugar, no tiene que repetirse la falta de coordinación entre las autoridades nacionales y locales, que generaron retrasos y altísima inoperancia. Esta vez no podemos pecar de improvisación; la pandemia no nos tomará por sorpresa, todos deben estar preparados, con un plan listo para actuar con prontitud. Obviamente, esperemos que no se repitan los hechos de corrupción, los conflictos políticos y naturalmente, la indolencia con la que actuaron los dirigentes del MAS que comenzaron negando la pandemia y se volvieron un factor coadyuvante de los contagios.
El mayor desafío sin embargo, será lograr que la economía no vuelva a derrumbarse como pasó en los meses pasados. Seguramente el gobierno tiene un plan muy distinto al que llevó adelante Jeanine Añez, a quien se acusa de haber destruido en poco tiempo lo que se logró a lo largo de 14 años.
El mayor desafío será lograr que la economía no vuelva a derrumbarse como pasó en los meses pasados. Seguramente el gobierno tiene un plan muy distinto al que llevó adelante Jeanine Añez, a quien se acusa de haber destruido en poco tiempo lo que se logró a lo largo de 14 años.