El nuevo defensor del pueblo, Pedro Callisaya, ha iniciado su gestión refiriéndose a dos de los temas más álgidos en materia de derechos humanos, la cacería de cocaleros legales y la situación de la ex presidenta Jeanine Añez. En el primer asunto, ha instado al diálogo a las partes, mientras que el gobierno de Luis Arce no deja de perseguir a los dirigentes de los productores de Los Yungas que protestan contra el funcionamiento de un mercado ilegal promovido por el gobierno y que favorece al narcotráfico. En el caso de la ex mandataria, ha prometido hacerle un seguimiento, vigilar para que se respeten sus derechos y que se le brinden condiciones aceptables en la cárcel donde está detenida. No se le puede pedir a Callisaya que inicie su gestión con patada voladora, pero clarito va a ser cuando el régimen de Arce le pare el carro y asuma el papel de bufón que le han entregado con esa designación tan vergonzosa. Hay quienes todavía tienen fe en que puede haber todavía algún atisbo de dignidad que por ahora sólo es posible ver en Masterchef.