Una milagrosa recuperación tuvo el ex ministro de Gobierno, Carlos Romero, al momento de ser arrestado por la Policía y conducido al Ministerio Público, donde debe responder por graves acusaciones de corrupción y violación a los derechos humanos. Hace unos días, y luego de ser localizado caminando tranquilamente por la calle, el ex hombre fuerte del régimen de Evo Morales se presentó como un indigente ante las cámaras, hablando en tono agonizante y envuelto en colchas a la manera de un refugiado luego de un terremoto. El ex funcionario que, siempre les reclamaba “ser serios” a los periodistas, fue ridiculizado en las redes sociales por su evidente show mediático destinado a la victimización. Al momento de ser detenido, Romero respondía enérgico e iracundo a los insultos de sus detractores. Así recuperó su clásica seriedad.