¿De qué sirve un hospital si no tiene médicos, enfermeras y el resto del personal para atender a los enfermos? De qué sirve si no tiene el equipamiento necesario, las unidades de terapia intensiva que tanto urgen en este momento. Todo es puro cemento, que fue muy útil para que algún político se luzca en la inauguración y lo muestre ante todos como señal de buena gestión a favor de la salud. Sirvió para que alguien cobre una buena comisión, firme un excelente contrato y para dar la sensación de que el gobierno fomenta el trabajo. El Covid-19 nos ha demostrado esta grave falla del sistema y hoy la mayoría de los hospitales del país no son más que moles inservibles que trabajan a medias por falta de personal. El colmo es el hospital de Montero, que demandó mucho esfuerzo para ponerlo en funcionamiento y que hoy está cerrado porque no hay médicos. ¿De qué sirven los políticos si no se dan cuenta de estos “detalles”? ¿De qué sirve la democracia, si los ciudadanos seguimos eligiendo a esos “genios”?