La imagen muestra que la ciudad crece como una gran ola aplastante, frente a la naturaleza que cada vez es más reducida y urbanizada. La composición de esta obra fue orquestada por la comunicadora, fotógrafa y gestora cultural, Navel Arroyo, una de las ganadoras del concurso ciudadano sobre urbanización y desigualdad que realizó el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA). "Es necesario exigir políticas públicas que involucren el tema ambiental, en una ciudad llena de cemento que crece a pasos agigantados", manifiesta Arroyo, que ganó una beca en Argentina junto a Pablo Guzmán, que también conquistó al jurado con su obra “A este lado del espejismo”.
Lentes que defienden la ciudad. Fueron dos categorías; Infraestructuras y Degradación Ambiental las que se lanzaron en la convocatoria, que en principio premió a las 12 mejores fotografías presentadas que abarcaban diferentes perspectivas de la región cruceña. El concurso que se realizó con el apoyo de la Cooperación Sueca removió conciencia acerca de cómo la urbe oriental continúa creciendo sin una planificación que dé prioridad a la utilización de los suelos en favor de la población y sin garantizar el cumplimiento de derechos y preservación del medio ambiente. De todas las imágenes seleccionadas seis se encuentran en exposición en la galería de arte de la Casa Melchor Pinto. Guzman se impusó en la categoría Infraestructuras y Arroyo en Degradación Ambiental con su obra bautizada como "Ola urbana". La primera acogió la tomas fotográficas de espacios públicos que han perdido su función como lugares de esparcimiento a partir de la construcción de avenidas, carreteras, parqueos o alguna obra, sea municipal o privada alterando el paisaje natural y dificultando el acceso a los espacios que antes eran visitados por la ciudadanía. Y la segunda son imágenes fijas de áreas verdes de la ciudad lentamente remplazadas por cemento y construcciones no sostenibles.
Seguirán aprendiendo en Buenos Aires. El director del CEDLA, Javier Gómez, fue el encargado de dar la buena noticia sobre los resultados de la premiación. Los ganadores se beneficiaran cada uno con una beca de seis semanas para un taller de fotografía en el Centro Cultural General San Martín, en la ciudad de Buenos Aires. El concurso evidenció la invasión del cemento en las áreas verdes y la privatización de los lugares que antes pertenecían a la ciudadanía y ahora son propiedad de empresas y/o instituciones públicas que no priorizan el acceso a servicios básicos y el cumplimiento de otros derechos de la población como los de salud, educación, habiéndolos transformado en infraestructuras de limitada accesibilidad o beneficiosas únicamente para quienes tienen poder sobre los suelos o el capital. “La ciudad crece y el desarrollo parece estar justificado en la necesidad de movilidad y uso de espacios en los que antes no existía congestión urbana; sin embargo, según ha sido establecido por organismos internacionales, expertos en desarrollo y sostenibilidad y, por la opinión de la ciudadanía, el desarrollo debe garantizar la sostenibilidad del medio ambiente y la biodiversidad, por lo que esta categoría reúne fotografías que retraten el deterioro o falta de áreas verdes y biodiversidad” destacaba la convocatoria.