Cientos de peregrinos iniciaron este miércoles el recorrido de unos 140 kilómetros, de más de dos jornadas de duración, hasta el santuario de la Virgen de Copacabana en el lago Titicaca, en una manifestación de fe tradicional en la Semana Santa en Bolivia.
Equipados para una larga travesía con sombreros, mochilas con ropa liviana, abundante líquido, prendas impermeables para la lluvia y otras térmicas para afrontar el frío, además de un pequeño botiquín, es normal ver a los devotos a un lado de la carretera que conecta a La Paz con la frontera con Perú en el lago.
La ruta implica atravesar la meseta altiplánica boliviana por los poblados de Peñas, Huarina, San Pedro y San Pablo de Tiquina, y Tito Yupanqui hasta la sede del colonial templo de Copacabana, en un desafío que implica hacer hasta doce horas de caminata por día.
En la extensión del trayecto, las autoridades bolivianas desplegaron patrullas de Policía y puntos de atención médica, para atender cualquier emergencia que se pueda presentar en los caminantes.
Inclusive, algunos pobladores acogen a los peregrinos y brindan a algunos bateas de agua con sal, útil para reponer a los pies del cansancio y, según se dice, favorable a la cicatrización en caso de heridas.
La imagen de esta virgen se venera desde 1583, lo que la convierte en uno de los santuarios marianos más antiguos de América junto al de Guadalupe en México, y está declarada Reina de la Nación en Bolivia, donde cuenta con numerosos devotos, que la honran especialmente en fechas como el Viernes Santo./EFE