Bajo el Penoco

Enemigo a la vista


Enemigo a la vista

Lo peor que le puede pasar a una persona y mucho más, a una sociedad, es no saber quién es su enemigo. En el 2003, muchos bolivianos se dejaron engatusar por la falsa guerra del gas, por discursos bonitos como la recuperación de los hidrocarburos, la nacionalización, la soberanía de los pueblos, la inclusión y la reivindicación de las naciones originarias. Nadie se dio cuenta que los verdaderos organizadores del golpe de aquella vez eran los cubanos y venezolanos que pretendían incluir a Bolivia en el proyecto del socialismo del siglo XXI, el mayor destructor de países que se haya visto en América Latina. Argentina, Venezuela y Nicaragua han sido sus principales, víctimas, en Bolivia ya tienen el trabajo a medio hacer, en Chile acaban de iniciar la tarea y el único que falta por reclutar en el cono sur es el Perú, donde las fuerzas democráticas están dando batalla para no caer en el pozo de la narco-dictadura. Detrás de esos pobrecitos indígenas y campesinos que son usados como carne de cañón, están los mismos mafiosos de siempre. Menos mal que los peruanos ya se dieron cuenta y los han identificado. Ahora toca resistir, misión en la que también estamos los bolivianos.