En la pasada gestión se registraron en Bolivia 79.171 defunciones, es decir unas 28.900 muertes más que el promedio de los cuatro años anteriores, según estadísticas publicadas por el diario The New York Times.
Para mostrar la disparidad entre las cifras oficiales del Covid-19 con el aumento de los decesos a nivel mundial el pasado año se empezó a usar con frecuencia el término exceso de mortalidad.
En el caso boliviano, hubo 9.165 defunciones por coronavirus, de acuedo al reporte del ministerio de Salud, pero hay unos 28.900 decesos más, según The New York Times, en base a datos proporcionados por el Servicio de Registro Cívico (Sereci), lo que deja una diferencia de 19.700 muertes.
El exceso de mortalidad es cuando, en una semana o período determinado, el número de muertes por cualquier causa sobrepasa a la media de fallecimientos de años anteriores en el mismo período de referencia”, explicaba David León, profesor de la Escuela de Epidemiología e Higiene de Londres, en una nota publicada por la BBC Mundo en mayo del año pasado.
El profesional señaló que el contar o medir el exceso de mortalidad en determinados periodos le permite a los gobiernos saber el impacto de fenómenos climáticos o epidemias.