No vamos a hablar de los milagros que hacen todos los días las madres con sus hijos y en el hogar, especialmente en aquellas familias donde deben hacer malabares para espesar la sopa que hierve en la olla. Esos son inconfundibles e innegables, de ahí que los hijos suelen expresarlo con mucho ahínco cada que llega el 27 de mayo. En cuarentena no ha sido menos y se ha notado favorablemente en el comercio, que tuvo un repunte significativo en los días previos a la celebración. Este miércoles, las motocicletas que hacen reparto a domicilio no daban abasto. Los proveedores de desayunos, tortas y regalos especiales colocaron letreros de “agotado” por primera vez en mucho tiempo y obviamente eso se vuelve un aliciente para la economía y más que nada, una esperanza para cuando se levanten las restricciones. Los pronósticos de los expertos prevén un bajón de los números, pero luego se registrará un repunte que permitirá recuperar el tiempo perdido.