Un ciclo muestra las fases o etapas en los que suceden los diferentes eventos o fenómenos, mismos que se repiten en el tiempo. El ciclo económico es el patrón de expansión o de contracción de la actividad económica, la cual varía en función de la cantidad de recursos disponibles, de su empleo y/o su productividad.
Como en toda ciencia, la definición económica difiere de la coloquial, se denominan recursos económicos o factores productivos a la tierra, al trabajo y al capital. La concepción económica del factor tierra engloba a todos los recursos naturales, tanto renovables como no renovables. El recurso trabajo incluye la mano de obra calificada y no calificada, intelectual como manual. El factor capital va más allá del dinero, considera el stock de edificios para fábricas, oficinas y viviendas; infraestructura vial, ductos de agua, alcantarillado, gas, canales de riego, vehículos, maquinaria y equipo.
A medida en que se combinan los factores se pueden producir bienes y prestar servicios para satisfacer las necesidades de la sociedad, y quienes lo hacen son los agentes económicos, los cuales requieren de know how (saber hacer) y tecnología, organizándose así el sistema económico.
La primera razón por la que el ciclo se expande, o la economía crece, es porque aumenta la cantidad de recursos. En condiciones normales, hay una tasa natural de crecimiento, por ejemplo, en la mano de obra: Bolivia ha pasado de 1.088.768 habitantes en el primer censo de 1831 a 10.059.856 en el undécimo de 2012.
Por el contrario, la economía puede contraerse por la disminución de dicho recurso debido a conflictos bélicos y pérdida de territorios como lo registra el censo de 1882. Otros motivos son la mortalidad pandémica o desastres naturales.
Lo propio ocurre con el factor tierra, algunos países tienen la bendición de descubrir nuevos recursos de cuando en cuando, como Bolivia, empezando por la plata desde la época colonial, guano, salitre, estaño, petróleo y gas. Lamentablemente, así como toman vigencia, la pierden, ya sea porque se agotan debido a que dichos recursos no son renovables, se desarrolla algún material alternativo como el sintético en el caso del caucho. El problema eterno del país es que las bonanzas de sus recursos naturales no han sentado soberanía, como en Antofagasta, o no han repercutido en una diversificación, como la minería o industrialización, que le permitan agregar valor, es el caso del gas que hubiera generado un efecto multiplicador.
La segunda razón por la que varía la actividad económica es porque el empleo de los recursos no es homogéneo todo el tiempo, el empleo no se limita al factor trabajo, sin embargo, el cálculo se hace en función de dicho recurso, ya que es la mano de obra la que hace funcionar a los demás.
Es normal que una parte de los factores se encuentre desempleado, por ejemplo, cuando se explotaba petróleo, el gas era venteado, quemado o reinyectado para mantener la presión del yacimiento, sin embargo, gracias a su uso como fuente de energía, se convirtió en el principal producto de exportación del país.
Lo propio ocurre con las oficinas, aulas, tractores, etc., no se los usa las 24 horas del día. Por diferentes razones hay personas que cambian de trabajo, encontrar uno nuevo puede no ser inmediato, otros prefieren retrasar su ingreso al mercado laboral para capacitarse mejor, como los universitarios. Aquí entra el pleno empleo como concepto económico, no físico, cuando la tasa de desempleo es a lo sumo del 5% se dice que la economía está funcionando al pleno empleo de sus recursos.
La tercera razón es que puede darse un incremento en la productividad, en la medida que la mano de obra adquiere experiencia, nuevas habilidades o se forma puede realizar actividades más eficientemente.
Conforme los procesos exigen mayor eficacia, se apela al capital y a la tecnología, migración a la mecanización, vías asfaltadas que conecten a los productores con los mercados, riego tecnificado, dispositivos, internet, etc. Penosamente, la baja productividad declina el ciclo.