Hace mucho que los “chapareños” quieren hacerse famosos. Pese a que el trópico de Cochabamba es la casa del ex presidente Morales y a que hace noticia todos los días por los negocios redondos que se hacen allí, los habitantes de la zona no están conformes. El Chapare tuvo ilustres visitas, mandatarios, líderes de organismos internacionales y hasta el hijo del Chapo Guzmán estuvo haciendo algunos recorridos en el lugar. Tiene un aeropuerto internacional que no se usa, varios estadios enormes donde no juega nadie y los cocaleros tuvieron que comprarse su propio equipo profesional para darle algo de movimiento al tremendo escenario que tienen en Villa Tunari. Pero eso tampoco les satisface. El otro día no sólo consiguieron llamar la atención de los medios de todo el mundo, sino que se metieron en el libro de los récords de Guinness con una marca que seguramente nunca será batida por nadie. Resulta que en el partido del lunes frente a Blooming, el árbitro expulsó dos jugadores rivales, cobró un penal, se hizo el ciego con otros y además de todas sus actuaciones polémicas, le sumó más de 40 minutos al partido y lo dio por finalizado cuando Palmaflor consiguió ganar por 3-2. Eso no se ha visto ni en las mejores películas de ciencia ficción.