El virus, la pandemia del Covid – 19 y la cuarentena están haciendo estragos, tanto en los trabajadores como en los empleadores. La tasa de desempleo pasó de 4,3 a 12% en menos de seis meses. Según un reporte de Fundempresa (que registra sólo a empresas formales), cerraron operaciones alrededor de 4.656 empresas en el país; no sabemos cuántas más dejaron de operar en el sector informal. Seguramente muchas empresas informales y pequeñas formales, haciendo gala de su capacidad de resiliencia, abrieron otros negocios, pero el saldo creo que es negativo.
La pandemia obligó en muchos países, entre ellos al nuestro, a recurrir al distanciamiento social. Esta situación duró aproximadamente 10 semanas, es decir dos meses y medio. En ese lapso muchas empresas pagaron el salario pactado con sus trabajadores, en otras se redujo en distintos porcentajes. Se implementó el pago por hora, por tiempo parcial y el teletrabajo. Pero muchas empresas no tuvieron margen de maniobra y cerraron sus operaciones unas por un tiempo determinado y otras definitivamente.
El desempleo no sólo provoca problemas sociales, que se manifiestan en esta coyuntura en la solicitud de canastas de alimentos, sino también tensiones al interior de los hogares. No tengo las cifras de violencia familiar, pero por lo que se ve, escucha y se lee en los medios de comunicación, estas cifras están en crecimiento.
Debo aclarar que la situación de desempleo nunca puede ser justificativo de la violencia ejercida por los varones sobre sus esposas e hijos y mucho menos por los feminicidios. Todos tenemos que rechazar la violencia, pero debemos comentar que atacar el desempleo es una obligación del Estado, de los empleadores, de los sindicatos. Así bajamos los nerviosismos al interior de las familias y bajamos el número de conflictos sociales.
Los empleadores, independientemente de su tamaño, generalmente mantienen deudas en el sistema bancario. Lo hacen debido a que requieren capital de operación. Esa es una de las grandes razones por la que tienen que mantener a flote su negocio. No pueden cerrar porque la deuda continúa. Tampoco les gusta despedir a los trabajadores. Lo hacen por fuerza mayor. El Covid – 19 es una de ellas. Pero ahora - como señalamos - cerraron muchas empresas, otras tuvieron que buscar nuevos puntos de equilibrio, pero al final de la jornada, tanto trabajadores como empleadores, se ven afectados y con grandes presiones.
El impacto de la cuarentena en los empleadores depende del tamaño del emprendimiento. Lo mismo ocurre con los trabajadores, si la empresa es grande puedes tener más seguridad de seguir trabajando. La cuerda se rompe siempre por la parte más débil.
Generalmente en diciembre, las empresas realizan muchos más pagos que los que se acostumbran en los otros 11 meses del año. Para comenzar se paga el aguinaldo, además de otras erogaciones. Por la situación crítica por la que atravesamos, algunas organizaciones de empleadores plantean pagar el aguinaldo en dos cuotas. Otras organizaciones, como las de micro y pequeños empresarios, quisieran prorratear en más de dos. Seguramente en las empresas privadas, más de un trabajador prefieren cobrar en dos o más cuotas su aguinaldo, porque no hacerlo es aumentar la posibilidad de quedar sin empleo.
Pero los sindicatos, encabezados por la Central Obrera Boliviana (COB), consideran que el pago del aguinaldo debe ceñirse a lo que se establece en la normativa laboral: pagar en una sola cuota o atenerse a las consecuencias por las medidas que esta organización sindical promueva. De esta manera, los empleadores quedan atrapados entre la espada y la pared.
Los especialistas en el tema de la pandemia afirman que estamos encaminándonos a un rebrote del Covid – 19. Si esto es así, la situación puede empeorar; lo bueno es que tenemos experiencia y estos meses de relativa disminución de infecciones puede servir para que las organizaciones de empleadores y la de los trabajadores planifiquen cómo se tiene que enfrentar, elaboren protocolos de bioseguridad, organicen los turnos y presenten conjuntamente proyectos de normas para facilitar el trabajo y evitar los despidos.
Para concluir, debemos señalar que todos tenemos que luchar contra el Covid – 19, pero también todos debemos luchar contra el cierre de empresas y el desempleo.